Acepta la realidad. Por ahora son quince días de confinamiento.
Pueden ser más. Pero recuerda que si estás en casa es porque no estás mal.
Quince días, o treinta, pasan. Y, poco a poco, la adaptación, todos nosotros y
nosotras, retomaremos el curso de nuestra vida. Sea cual sea. Y, años después,
esto quedará como un episodio más de nuestra vida. Un episodio donde, lo
tenemos claro, estamos haciendo lo correcto. Ahora mismo no sabemos qué pasará,
pero por pensar más en ello, o hacer cálculos, no evitaremos nada. Recuerda que
sólo podemos controlar lo que está en nuestras manos. No te adelantes, relájate
y observa lo que tienes delante.
Planifica. Haz un horario para asegurarte de que eres tú quien
controla tu día a día (adaptándote a las circunstancias, pero siempre con un
intervalo de acción). En este horario no deben faltar tus prioridades:
ejercicio físico, tus seres queridos, aficiones y otras obligaciones. Aunque al
principio te cueste, al final mantendrá tu cabeza más centrada, estarás de
mejor ánimo y descubrirás cada día.
Información adecuada. Informarse es necesario. Asegúrate de que
sean fuentes fiables, y que ayuden (y no lo contrario) a encarar esto. La
sobreinformación, sin embargo, mezcla bulos con verdades, aumenta la
desinformación y la confusión y, por tanto, la ansiedad. Busca la información
estrictamente necesaria y, como mucho, dedícale dos momentos al día. El resto,
céntrate en el presente, a lo que tienes, a ti.
Mantén los contactos. Las tecnologías son herramientas y, como tal,
se convierten en positivas o negativas según su uso. Aprovecha ahora la gran
cantidad de alternativas que pone a nuestra disposición estos días: actividades
para los niños y las niñas, conciertos gratuitos on line, cursos… y, sobre
todo, mantener el contacto con nuestra gente. Las video llamadas, los chats…
posibilitan seguir teniendo nuestras conversaciones y ratos con nuestra familia
y amistades.
Creatividad. Haz que estos días sean una oportunidad para descubrir
nuevas actividades, hacer tareas retrasadas, pasar verdadero tiempo de calidad
con nuestra familia, con nosotros mismos, potenciar el “minuto diferente”, las
nuevas ideas y las aficiones tanto tiempo postergadas.
Deporte. Aunque no se pueda salir hay miles de opciones para
trabajar nuestra capacidad física que, si no la trabajamos todo este tiempo, se
resentirá. Yoga, bicicleta estática, ejercicios sencillos de mantenimiento,
abdominales, baile, andadora…
Cuídate y cuida. Mantente activo/a. No dediques todo tu tiempo a algo
que no es tu vida real. Haz lo que te digan las autoridades pertinentes si
tienes dudas o síntomas, pero el resto del tiempo, vive. Cuida a tus mayores, a
tu familia, a ti mismo. Haciendo deporte y, también, trabajando mentalmente,
para evitar dejarnos llevar por la ola de ansiedad.
Aprovecha para darle a estos días
el significado que tú quieras. De una forma u otra, esto pasará. Tú decides qué
haber hecho estos días. Por mucho que cambien las circunstancias, siempre está
en nuestras manos qué hacer con ello…
No hay comentarios:
Publicar un comentario