Se
acaban las vacaciones y es hora de retomar la rutina. Tenemos que dejar atrás
los días sin horario fijo y casi sin responsabilidades. Para muchos, el inicio
del curso escolar es el comienzo de un nuevo ciclo; junto con año nuevo, son
las épocas donde más nos planteamos si nos gusta nuestra rutina o si, por el
contrario, queremos cambiar o modificar ciertas cosas. Para los más pequeños
también se inicia un nuevo ciclo, con novedades y cambios que les pueden crear
incertidumbre, inseguridad o miedo, según estén aprendiendo a tomarse las cosas
¿Cómo podemos ayudarles a enfrentar mejor la vuelta al cole? ¿Qué decisiones y
actitudes son las más adecuadas en el nuevo curso?
La
positividad, no sólo en la vuelta al
cole o al trabajo, sino todos los días, nos ofrece una buena guía de cómo hacer
las cosas. Ser positivos nos ayuda a que todo nos afecte menos, a tomar las opciones
más adecuadas, y a vivir con más calma y sensatez. En contra de lo que muchos
creen, ser positivo no es auto-engañarse: es obligarse a ver los aspectos favorables
de la vida que normalmente olvidamos; tan centrados como estamos en lo malo que
nos pasa o en lo que nos falta. Ser positivo en la vuelta al cole significa
reconocer el orgullo de que un año más haya pasado, que nuestros hijos y/o hijas
estén creciendo, y que hayamos tenido la oportunidad de descansar en vacaciones
y de tener un empleo o una educación. Ser positivo es recordar lo bueno que
tiene volver a nuestra rutina: ver a nuestros/as amigos/as, más tiempo para
nosotros/as al estar la familia en sus quehaceres, la tranquilidad de seguir
una rutina establecida donde “retomamos el control”, etc.
Reconocer que
también nosotros/as necesitamos
adaptación. Volver a madrugar o seguir un horario de trabajo tras una época
de descanso conlleva, para muchos, disgusto y un esfuerzo extra. No te exijas
más de lo que debes y date tú también un espacio de transición para ir
adecuándote a las nuevas circunstancias. No te culpes si te sientes mal. Sólo
intenta no transmitirles tu mal humor o tristeza a los más pequeños, sabemos
que “son una esponja” que aprenden todo, y tú eres uno de sus modelos de
conducta. Tampoco te culpes si no echas de menos a tus hijos/as lo que crees que
debieras, o les añoras demasiado; es fácil estar más relajado/a si no se está
pendiente de los demás las 24 horas del día. Quítale importancia a estos
sentimientos, no son más que parte del proceso de adaptación.
CLAVES EN LA VUELTA AL COLE:
-
MOTÍVALES.
o
Evita
comentarios negativos acerca de la
escuela, sus profesores/as o tu propia ocupación. Debes hablar con argumentos
acerca de qué te parecen las cosas, pero recuerda que puedes transmitirles una
visión negativa, y es más posible que no les guste ir al colegio.
o
Ayúdales a tener en cuenta las cosas buenas de la escuela; el reencuentro
con amistades, nuevos logros e ilusiones, etc.
o
Demuestra
tu interés por lo que allí ocurre, preguntándole qué tal le ha
ido el día: mostraremos la importancia de la escuela y nuestra disponibilidad
continua. Es más fácil que se esfuercen si nos ven interesados.
-
ACOSTÚMBRALES A LAS NUEVAS
CIRCUNSTANCIAS
o
Que siga hábitos y horarios similares a los que tendrá cuando esté en el
cole desde una semana antes, aproximadamente. Que vaya dejando gradualmente las
siestas, que se acueste y levante más temprano, etc.
o
Un truco puede ser que quede los días
anteriores con las amistades del
cole; no hay mejor adaptación que con las cosas que nos hacen sentir bien.
o
Tened con tiempo los materiales y libros de texto para el nuevo
curso; que se familiarice con ellos y se vaya introduciendo en la parte más
positiva y agradable, a partir del debate con la familia y en compañía será más
fácil que se le despierte la curiosidad.
o
El día antes tomaros tiempo para preparar juntos/as la mochila.
Le ayudará a mentalizarse, a hablar sobre ello y a sacarle lo más positivo.
Puedes añadir un objeto que le guste (un muñeco, peluche, etc.), que le dé
tranquilidad y le haga sentirse más cerca de casa.
o
Puedes llevarle a su nuevo cole días antes, para que lo vaya conociendo y así
pierda miedos.
-
OBSERVA TU PROPIA ACTITUD. Si sientes
ansiedad o estás triste, ellos lo notarán, y pueden reaccionar ante ello con
más irritabilidad o impulsividad de la cuenta. Tómate las cosas con calma,
quítale importancia a las cosas que no
la tienen, y disfruta de su compañía.
-
SI PUEDES, ACOMPÁÑALES AL COLE EL PRIMER
DÍA.
o
Que vaya acompañado el primer día es un
apoyo y le dará seguridad ante las
nuevas circunstancias, con lo que se facilitará su proceso de adaptación.
o
Explícale anteriormente que sólo le acompañarás
ese día, que el resto lo puede hacer solo.
Así fomentaremos su autonomía y evitaremos pataletas por pillarle de sorpresa
el no ir acompañado; todo dependiendo de la edad, por supuesto.
o
Ese día despiértale con tiempo, para que las prisas no estropeen una
jornada en la que todo debe salir lo mejor posible.
o
Si
no puedes llevarles no te culpabilices; explícales las
circunstancias e intenta pasar esos días más tiempo con ellos/as.
DURANTE EL CURSO:
PREMIOS
Y CASTIGOS
-
Plantéate si no hay otras formas mejores que el castigo; la indiferencia ante una
pataleta, por ejemplo, puede hacer el mismo efecto y es más positivo.
-
Algún premio de vez en cuando, ante los
mayores logros, no está mal, pero piensa qué sentido de la responsabilidad le vamos a transmitir si sólo aprueba
para que le den un regalo.
-
Nunca
hagas caso de sus pataletas
y les des a partir de ello lo que piden, entenderán que es la manera de
conseguir las cosas.
-
La mejor técnica educativa siempre se
basará en la comunicación y el
afecto. Habla con ellos, que te cuenten cómo se sienten, y que entiendan que
siempre estarás ahí para escucharles.
-
No
pongas castigos “por poner”, sin argumentos o por acciones de
hace mucho tiempo; aprenderá a no tener en cuenta tus opiniones y a actuar sin
razones.
ACTIVIDADES
EXTRAESCOLARES
-
Lo más adecuado es hablarlo con ellos/as, y que sea una decisión conjunta; así sentirá
que también es su responsabilidad.
-
Las actividades extraescolares son un
medio idóneo para el desarrollo de nuestros/as hijos/as, pero no podemos olvidar
que también necesitan jugar,
relacionarse con las amistades, actividad física y momentos de ocio.
-
A la hora de decidir qué actividades
extraescolares van a realizar debemos tener en cuenta que no dificulten en exceso hacer los deberes o estudiar.
PASAR
TIEMPO JUNTOS
-
También
en los estudios es bueno que empiecen de tu mano. Cuanto
más pequeños son, más necesitan de ti, y es un buen momento para que aprendan
contigo buenas prácticas de estudio, hábitos de trabajo o de lectura, etc.
-
Los más mayores van requiriendo cada vez
más su dosis de autonomía e
independencia. Sin necesidad de “espiar”, hablando y escuchándoles, podemos
seguir compartiendo con ellos/as muchas cosas.
-
Si puedes pasar tiempo con ellos/as, sobre todo los primeros días del curso,
facilitaréis que no os echéis tanto de menos.
CUANDO LA VUELTA AL COLE SE
CONVIERTE EN UN PROBLEMA
Hasta
los siete años, aproximadamente, puede ser normal no pasarlo bien los primeros
días de colegio. Pero si es mucho tiempo, no sólo las primeras semanas, y evita
su desarrollo cotidiano normal, podemos estar hablando de una fobia a la
escuela. Lo primero que tendremos que hacer es ponernos en contacto con los/as
profesores/as para que nos den información de cómo está nuestro/a hijo/a en
horario lectivo. Siempre, por supuesto, después de haber hablado con
ellos/ellas e interesarnos por su bienestar, sin reproches ni críticas. Si
hiciera falta, consulta con un especialista, pero, aunque la mayoría de los
chavales lo pasan mal los primeros días de colegio, son muy pocos los que
desarrollan una fobia escolar (del 0,4 al 1,5%); normalmente complicada por
otros factores, como síntomas de ansiedad.