“Los supervivientes de los campos de concentración aún recordamos a algunos hombres que visitaban los barracones consolando a los demás y ofreciéndoles su único mendrugo de pan. Quizá no fuesen muchos, pero esos pocos representaban una muestra irrefutable de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino para decidir su propio camino.” Viktor Frankl

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viernes, 30 de agosto de 2013

LA VUELTA AL COLE CON UNA SONRISA


Se acaban las vacaciones y es hora de retomar la rutina. Tenemos que dejar atrás los días sin horario fijo y casi sin responsabilidades. Para muchos, el inicio del curso escolar es el comienzo de un nuevo ciclo; junto con año nuevo, son las épocas donde más nos planteamos si nos gusta nuestra rutina o si, por el contrario, queremos cambiar o modificar ciertas cosas. Para los más pequeños también se inicia un nuevo ciclo, con novedades y cambios que les pueden crear incertidumbre, inseguridad o miedo, según estén aprendiendo a tomarse las cosas ¿Cómo podemos ayudarles a enfrentar mejor la vuelta al cole? ¿Qué decisiones y actitudes son las más adecuadas en el nuevo curso? 
La positividad, no sólo en la vuelta al cole o al trabajo, sino todos los días, nos ofrece una buena guía de cómo hacer las cosas. Ser positivos nos ayuda a que todo nos afecte menos, a tomar las opciones más adecuadas, y a vivir con más calma y sensatez. En contra de lo que muchos creen, ser positivo no es auto-engañarse: es obligarse a ver los aspectos favorables de la vida que normalmente olvidamos; tan centrados como estamos en lo malo que nos pasa o en lo que nos falta. Ser positivo en la vuelta al cole significa reconocer el orgullo de que un año más haya pasado, que nuestros hijos y/o hijas estén creciendo, y que hayamos tenido la oportunidad de descansar en vacaciones y de tener un empleo o una educación. Ser positivo es recordar lo bueno que tiene volver a nuestra rutina: ver a nuestros/as amigos/as, más tiempo para nosotros/as al estar la familia en sus quehaceres, la tranquilidad de seguir una rutina establecida donde “retomamos el control”, etc.
Reconocer que también nosotros/as necesitamos adaptación. Volver a madrugar o seguir un horario de trabajo tras una época de descanso conlleva, para muchos, disgusto y un esfuerzo extra. No te exijas más de lo que debes y date tú también un espacio de transición para ir adecuándote a las nuevas circunstancias. No te culpes si te sientes mal. Sólo intenta no transmitirles tu mal humor o tristeza a los más pequeños, sabemos que “son una esponja” que aprenden todo, y tú eres uno de sus modelos de conducta. Tampoco te culpes si no echas de menos a tus hijos/as lo que crees que debieras, o les añoras demasiado; es fácil estar más relajado/a si no se está pendiente de los demás las 24 horas del día. Quítale importancia a estos sentimientos, no son más que parte del proceso de adaptación.


CLAVES EN LA VUELTA AL COLE:
-          MOTÍVALES.
o   Evita comentarios negativos acerca de la escuela, sus profesores/as o tu propia ocupación. Debes hablar con argumentos acerca de qué te parecen las cosas, pero recuerda que puedes transmitirles una visión negativa, y es más posible que no les guste ir al colegio.
o   Ayúdales a tener en cuenta las cosas buenas de la escuela; el reencuentro con amistades, nuevos logros e ilusiones, etc.
o   Demuestra tu interés por lo que allí ocurre, preguntándole qué tal le ha ido el día: mostraremos la importancia de la escuela y nuestra disponibilidad continua. Es más fácil que se esfuercen si nos ven interesados.
-          ACOSTÚMBRALES A LAS NUEVAS CIRCUNSTANCIAS
o   Que siga hábitos y horarios similares a los que tendrá cuando esté en el cole desde una semana antes, aproximadamente. Que vaya dejando gradualmente las siestas, que se acueste y levante más temprano, etc.
o   Un truco puede ser que quede los días anteriores con las amistades del cole; no hay mejor adaptación que con las cosas que nos hacen sentir bien.
o   Tened con tiempo los materiales y libros de texto para el nuevo curso; que se familiarice con ellos y se vaya introduciendo en la parte más positiva y agradable, a partir del debate con la familia y en compañía será más fácil que se le despierte la curiosidad.
o   El día antes tomaros tiempo para preparar juntos/as la mochila. Le ayudará a mentalizarse, a hablar sobre ello y a sacarle lo más positivo. Puedes añadir un objeto que le guste (un muñeco, peluche, etc.), que le dé tranquilidad y le haga sentirse más cerca de casa.
o   Puedes llevarle a su nuevo cole días antes, para que lo vaya conociendo y así pierda miedos.
-          OBSERVA TU PROPIA ACTITUD. Si sientes ansiedad o estás triste, ellos lo notarán, y pueden reaccionar ante ello con más irritabilidad o impulsividad de la cuenta. Tómate las cosas con calma, quítale importancia a  las cosas que no la tienen, y disfruta de su compañía.
-          SI PUEDES, ACOMPÁÑALES AL COLE EL PRIMER DÍA.
o   Que vaya acompañado el primer día es un apoyo y le dará seguridad ante las nuevas circunstancias, con lo que se facilitará su proceso de adaptación.
o   Explícale anteriormente que sólo le acompañarás ese día, que el resto lo puede hacer solo. Así fomentaremos su autonomía y evitaremos pataletas por pillarle de sorpresa el no ir acompañado; todo dependiendo de la edad, por supuesto.
o   Ese día despiértale con tiempo, para que las prisas no estropeen una jornada en la que todo debe salir lo mejor posible.
o   Si no puedes llevarles no te culpabilices; explícales las circunstancias e intenta pasar esos días más tiempo con ellos/as.

DURANTE EL CURSO:
PREMIOS Y CASTIGOS
-          Plantéate si no hay otras formas mejores que el castigo; la indiferencia ante una pataleta, por ejemplo, puede hacer el mismo efecto y es más positivo.
-          Algún premio de vez en cuando, ante los mayores logros, no está mal, pero piensa qué sentido de la responsabilidad le vamos a transmitir si sólo aprueba para que le den un regalo.
-          Nunca hagas caso de sus pataletas y les des a partir de ello lo que piden, entenderán que es la manera de conseguir las cosas.
-          La mejor técnica educativa siempre se basará en la comunicación y el afecto. Habla con ellos, que te cuenten cómo se sienten, y que entiendan que siempre estarás ahí para escucharles.
-          No pongas castigos “por poner”, sin argumentos o por acciones de hace mucho tiempo; aprenderá a no tener en cuenta tus opiniones y a actuar sin razones.
ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES
-          Lo más adecuado es hablarlo con ellos/as, y que sea una decisión conjunta; así sentirá que también es su responsabilidad.
-          Las actividades extraescolares son un medio idóneo para el desarrollo de nuestros/as hijos/as, pero no podemos olvidar que también necesitan jugar, relacionarse con las amistades, actividad física y momentos de ocio.
-          A la hora de decidir qué actividades extraescolares van a realizar debemos tener en cuenta que no dificulten en exceso hacer los deberes o estudiar.
PASAR TIEMPO JUNTOS
-          También en los estudios es bueno que empiecen de tu mano. Cuanto más pequeños son, más necesitan de ti, y es un buen momento para que aprendan contigo buenas prácticas de estudio, hábitos de trabajo o de lectura, etc.
-          Los más mayores van requiriendo cada vez más su dosis de autonomía e independencia. Sin necesidad de “espiar”, hablando y escuchándoles, podemos seguir compartiendo con ellos/as muchas cosas.
-          Si puedes pasar tiempo con ellos/as, sobre todo los primeros días del curso, facilitaréis que no os echéis tanto de menos.

CUANDO LA VUELTA AL COLE SE CONVIERTE EN UN PROBLEMA
Hasta los siete años, aproximadamente, puede ser normal no pasarlo bien los primeros días de colegio. Pero si es mucho tiempo, no sólo las primeras semanas, y evita su desarrollo cotidiano normal, podemos estar hablando de una fobia a la escuela. Lo primero que tendremos que hacer es ponernos en contacto con los/as profesores/as para que nos den información de cómo está nuestro/a hijo/a en horario lectivo. Siempre, por supuesto, después de haber hablado con ellos/ellas e interesarnos por su bienestar, sin reproches ni críticas. Si hiciera falta, consulta con un especialista, pero, aunque la mayoría de los chavales lo pasan mal los primeros días de colegio, son muy pocos los que desarrollan una fobia escolar (del 0,4 al 1,5%); normalmente complicada por otros factores, como síntomas de ansiedad.
           

domingo, 25 de agosto de 2013

Hemos dejado un paréntesis este mes. V. está muy contenta, los niños obedecen más, ella se siente más firme y, sobre todo, más tranquila. En poco tiempo hemos conseguido grandes avances. Muchas veces todo consiste en querer adaptarse a las nuevas circunstancias, en no darse por rendido/a y esforzarnos por disfrutar de lo que nos dé cada segundo diferente. V. lo está consiguiendo.

¡Gracias a vosotros, familia!

P.D: me dio un gatito y fijáos qué bien se lleva con Tina. Ya son inseparables.